Aunque
yo siempre he sentido que un artista se agitaba dentro de mí, mis estudios
formales primeros no dieron ningún indicio de que quisiese dedicarme al arte.
De hecho, me gradué con honores de la Universidad de Syracuse con un título en ingeniería
mecánica y rechacé dos ofertas de becas completas para la universidad con
objeto continuar con mi pasión: la pintura. Sin embargo, estoy agradecida por
mi educación, porque la ingeniería me enseñó a pensar analíticamente y resolver
problemas. La pintura, después de todo, supone la resolución de problemas y un
desafío técnico, al mismo tiempo que es un viaje emocional lleno de pasión. A
su propia manera, la ingeniería puede ser tan altamente creativa como el arte.
He
tenido la suerte de conocer y estudiar con el puñado de los grandes artistas de
nuestro tiempo. Envío mi más sincero agradecimiento por su orientación y por
compartir su sabiduría y conocimiento. Me han enseñado a posicionarme ante un
árbol o una roca viendo intrincadas formas, así como patrones de luz y sombra.
Ahora tengo la gran suerte de contar con Richard Schmid como maestro y mentor.
Fuentes:
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro, y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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