Alfredo Di Bacco nació en
Sulmona, en 1947, vive en Popoli (PE). Se graduó en el Instituto de Arte de
Sulmona.
Su pintura, se desarrolló
por primera vez con la técnica de acrílico y más tarde con el óleo, se puede
insertar dentro de la vena de la nueva figuración, aunque la realidad está
envuelta por una sensación de misterio aterciopelada, a partir de una tonalidad
mágica. Consistente y cualificado para mostrar su trabajo, que se ha visto en
varias ediciones de los distintos premios Michetti, Avezzano, Sulmona, Salvi
Sassoferrato, Mazzacurati, Primavera de Foggia, Arte Fiera Bolonia, Bari Expo
Arte y así sucesivamente. Distinguidos críticos han escrito sobre él, entre
ellos Marcello Venturoli, Cecilia Trombadori, Augusta Monferini, Luciano Marziano,
Franco Simongini, Maria Cristina Ricciardi, Franco Solmi. En 1981, por
iniciativa del Taller Cultural '77, se llevó a cabo una exposición individual
en Aquila. A través de los años ha realizado exposiciones individuales en
diferentes ciudades italianas: Macerata, Pisa, Italia, Teramo, Florencia,
Pescara, mientras que en 2010, con gran éxito de público y crítica, ha puesto
en cuatro ciudades extranjeras, a saber, Berlín, Ljubljana, Crnomelj
(Eslovenia) y Stuttgart. Ha realizado trabajos para iglesias (S. Bartolomeo en
círculo, St. Francis Peoples). En 1998 ganó el concurso para la obra pública
IMPDAP de Roma. Sus obras se encuentran en varios espacios del museo como el
Museo Barbella de Chieti y el Castillo Nocciano..."
"... El artista Alfredo
Di Bacco es uno de los pintores italianos más importantes que forma parte de
esa dirección llamada" pintura culta "que en los años 80 fue teorizada
por Italo Mussa como un capítulo fundamental de la posmodernidad en las artes
visuales en la oposición, cuya característica consistió en un alarde: el de no
ser capaz de pintar".
" ... Volviendo a
Alfredo Di Bacco, en sus obras se observa una técnica de juego tan refinado en
las que se unen una cultura humanista del renacimiento realmente raro como
puede verse a partir del análisis de algunos elementos estructurales básicos de
sus obras, el diseño, el color y el tono, este último subordinado a un ambiente
de Arcadia caliente que sugiere el deseo romántico del autor de introducir al
espectador en un pasado distante feliz como podría ser, precisamente, la
practicada por los miembros de la famosa Academia, fundada, como se conoce, en
1690 e inspirada en la región griega mítica habitada por pastores.
Fuentes:
http://www.corrierepeligno.it/gli-incamminati-da-martedi-pescara-la-mostra-di-alfredo-di-bacco/24122
Nota: La propiedad intelectual de las imágenes que aparecen en este blog
corresponde a sus autores y a quienes éstos las hayan cedido. El único objetivo
de este sitio es divulgar el conocimiento de estos pintores, a los que admiro,
y que otras personas disfruten contemplando sus obras.
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